Llegué a la hora de la comida de los niños, hacia un calor infernal, dentro de una mañata como si fueran pajaritos dentro de un nido estaban los niños del poblado comiendo, un platito de frijoles, me vieron entrar y se asustaron, no porque era blanca, no porque era un adulto, porque se asustaban de mi ? algo le decían los niños en suajili al misionero…..
Yo tenía un SOL en la cabeza ! mi pelo rubio y eso nunca lo habian visto antes, me recogí el pelo con un pañuelo que llevaba, el sol recogió sus rayos asi que SONRIERON
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