Tanques de agua de la escuela primaria de Kokuro– llevado por Fundación Vipeika
Era 22 de agosto, las 14:37 y en Madrid hace 38 grados de temperatura, que calor es la frase más común hoy, yo salia de trabajar, iba camino de hacer unas gestiones en la zona sur de la ciudad, aparque el coche al sol, las gestiones me llevaron 3 horas aproximadamente, donde estaba no había agua ni liquido que poder beber, el coche estaba al sol, abrí la puerta y me dejé caer en el asiento, MADRE MIA QUE CALOR, terrible, tenía tanta sed que no podía tragar saliva, la boca la tenía totalmente seca. En mi mente solo pensaba que cerca habría un bar o gasolinera y podría COMPRAR agua y BEBERLA, eso ya me reconfortaba, parece que ya podía tragar un poco más de saliva, ya me encontraba algo mejor.
Arranque el coche, y me puse en marcha, el calor era tremendo dentro del coche, pero NO PODIA HACER NADA POR REMEDIARLO, tenía que llegar a un lugar con agua como fuera.
En el camino solo pensaba como sería vivir en un lugar con ese calor permanentemente ? y de repente vi que anunciaban una gasolinera, no paré, no bajé, no compré agua, no bebí, quise sentir que sienten las personas que no tienen acceso al agua y que efectos podría tener en mi caracter sobre todo, y en total aguanté hasta las 00:45 horas del día siguiente.
Te voy a contar que sentí, estaba muy enfadada, todo me molestaba, y al desde las 21:00 horas fundamentalmente me invadió una profunda tristeza, creo que hace mucho tiempo que no estaba tan triste y no sabía porque. No tenía energia eso es lo que me pasaba, tenía apatía.
Lo más importante de toda la experiencia fué que aprendí a valorar algo insipido, incoloro pero super importante, tan importante como que el 60% de mi cuerpo es AGUA.
niños del centro nutricional de Kokuro, ellos ya beben agua
ellos tambien tienen un 60% de su cuerpo que es AGUA !!!!